La minificción en México

Abstract

Como parte de las actividades del programa Quédate en casa de la Biblioteca Nacional de México, en Charlas virtuales Ratones de Biblioteca lll, la doctora Laura Elisa Vizcaíno, investigadora en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, dirigió la novena emisión bajo el título “La minificción en México”. Para iniciar su charla la investigadora Vizcaíno enfatizó la gran cantidad de concursos, talleres y publicaciones que se dan en torno a la minificción en México con el objetivo de dejar en claro que este género está vivo, vigente y saludable. En el desarrollo de su exposición, Vizcaíno planteó tres puntos principales. El primero de ellos una reflexión en torno al término y qué se entiende por minificción; comentó que la historia de la nomenclatura, desde tiempos de Aristóteles, ha sido compleja y sujeta a controversias, por lo que al día de hoy el concepto actúa como un conglomerado de derivaciones entre las que se incluye microrrelato, microficción y minicuento. A propósito de su duración, destacó que su extensión suele de ser de una cuartilla como máximo para no tener que caer en el acto de dar vuelta a la hoja. Sin embargo, también fue relevante su intervención en cuanto a lo mínimo, citando para ello textos como “El fantasma” y “Alzheimer” que sólo cuentan con el título. En el segundo punto explicó los estadios por los que ha pasado la minificción en México destacando tres: la escritura inconsciente, ejemplificando a autores como Juan José Arreola y Augusto Monterroso; el análisis del género, en el que partió de Edmundo Valadés y Dolores Koch, y la consciencia del género, en el que consideró la etapa de consolidación de esta manifestación literaria. Para su tercer y último punto abordó cómo estudiar la minificción en México y retomó la importancia de los trabajos bibliográficos y recopilatorios de estos textos como una forma de conocer qué se ha publicado, en qué año, qué nombre están ausentes, el contexto de la época y qué editoriales apuestan por el género, siendo éstas en su mayoría independientes. La investigadora concluyó su charla reflexionando sobre la bibliografía de minificción y preguntándose por el motivo de que las editoriales independientes sean más propensas a asumir el riesgo de publicar minificción.

Como parte de las actividades del programa Quédate en casa de la Biblioteca Nacional de México, en Charlas virtuales Ratones de Biblioteca lll, la doctora Laura Elisa Vizcaíno, investigadora en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, participó en la emisión titulada “La minificción en México”. Para iniciar su charla la investigadora Vizcaíno enfatizó la gran cantidad de concursos, talleres y publicaciones que se dan en torno a la minificción en México con el objetivo de dejar en claro que este género está vivo, vigente y saludable. En el desarrollo de su exposición, Vizcaíno planteó tres puntos principales. El primero de ellos una reflexión en torno al término y qué se entiende por minificción; comentó que la historia de la nomenclatura, desde tiempos de Aristóteles, ha sido compleja y sujeta a controversias, por lo que al día de hoy el concepto actúa como un conglomerado de derivaciones entre las que se incluye microrrelato, microficción y minicuento. A propósito de su duración, destacó que su extensión suele de ser de una cuartilla como máximo para no tener que caer en el acto de dar vuelta a la hoja. Sin embargo, también fue relevante su intervención en cuanto a lo mínimo, citando para ello textos como “El fantasma” y “Alzheimer” que sólo cuentan con el título. En el segundo punto explicó los estadios por los que ha pasado la minificción en México destacando tres: la escritura inconsciente, ejemplificando a autores como Juan José Arreola y Augusto Monterroso; el análisis del género, en el que partió de Edmundo Valadés y Dolores Koch, y la consciencia del género, en el que consideró la etapa de consolidación de esta manifestación literaria. Para su tercer y último punto abordó cómo estudiar la minificción en México y retomó la importancia de los trabajos bibliográficos y recopilatorios de estos textos como una forma de conocer qué se ha publicado, en qué año, qué nombre están ausentes, el contexto de la época y qué editoriales apuestan por el género, siendo éstas en su mayoría independientes. La investigadora concluyó su charla reflexionando sobre la bibliografía de minificción y preguntándose por el motivo de que las editoriales independientes sean más propensas a asumir el riesgo de publicar minificción.