Noticias de lectoras novohispanas

Abstract

Como parte de las actividades del programa Quédate en casa de la Biblioteca Nacional de México, y continuando con la línea de Charlas Virtuales Ratones de Biblioteca X, la doctora Elizabeth Treviño, investigadora en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, dirigió la cuadragésima emisión bajo el título "Noticias de lectoras novohispanas". Treviño dio su charla para platicar acerca de las conclusiones surgidas dentro de un curso impartido a través del programa de Educación Continua del Instituto de Investigaciones Bibliográficas al respecto del qué leían las mujeres en la Nueva España. Para ello, acotó que la historia de la lectura de la mujer novohispana no está escrita aún y es preciso comenzar con la labor de construirla. Treviño destacó que una de las primeras preguntas que se hizo junto al equipo del programa fue la de ¿en dónde se encuentran las fuentes para rastrear y perfilar a la lectora novohispana? Al respecto, algunas de las que mencionó fueron: la literatura como espejo de la realidad y de la cultura; los documentos privados, como la correspondencia; los documentos inquisitoriales al dar cuenta de los libros confiscados a mujeres, entre otras. Asimismo, aclaró que el perfil de la lectora novohispana no es ajeno de una concepción generalizada de la mujer, motivo por el cual rastreó algunos antecedentes de la caracterización de ésta en relación al hombre, tomando perspectivas desde Platón hasta Santo Tomás de Aquino. Estas concepciones, apuntó Treviño, conformaron un imaginario colectivo que permeó muchas actividades artísticas de las mujeres novohispanas. Aunado a lo anterior, reparó en diversos aspectos que formaron parte del contexto de la mujer novohispana en relación con la lectura e hizo especial énfasis en que ésta no puede ser vista a la luz de la óptica moderna pues se hallaba inmersa y regida por parámetros y reglas específicas que le decían cómo vivir, cómo comportarse y, del mismo modo, qué sí y que no leer. Encaminándose hacia el final, explicó que es imposible hablar de la mujer novohispana lectora sin mencionar la constante dicotomía que regía sus vidas y que constantemente iba entre el ser y el parecer, es decir, entre lo que se ve y espera, y lo que en la práctica sucede. Por último, dijo que no es posible hablar de un solo perfil de lectora novohispana y que, por el contrario, estos aún se encuentran en construcción.

Como parte de las actividades del programa Quédate en casa de la Biblioteca Nacional de México, y continuando con la línea de Charlas Virtuales Ratones de Biblioteca X, la doctora Elizabeth Treviño, investigadora en el Instituto de Investigaciones Bibliográficas, participó en la emisión titulada "Noticias de lectoras novohispanas". Treviño dio su charla para platicar acerca de las conclusiones surgidas dentro de un curso impartido a través del programa de Educación Continua del Instituto de Investigaciones Bibliográficas al respecto del qué leían las mujeres en la Nueva España. Para ello, acotó que la historia de la lectura de la mujer novohispana no está escrita aún y es preciso comenzar con la labor de construirla. Treviño destacó que una de las primeras preguntas que se hizo junto al equipo del programa fue la de ¿en dónde se encuentran las fuentes para rastrear y perfilar a la lectora novohispana? Al respecto, algunas de las que mencionó fueron: la literatura como espejo de la realidad y de la cultura; los documentos privados, como la correspondencia; los documentos inquisitoriales al dar cuenta de los libros confiscados a mujeres, entre otras. Asimismo, aclaró que el perfil de la lectora novohispana no es ajeno de una concepción generalizada de la mujer, motivo por el cual rastreó algunos antecedentes de la caracterización de ésta en relación al hombre, tomando perspectivas desde Platón hasta Santo Tomás de Aquino. Estas concepciones, apuntó Treviño, conformaron un imaginario colectivo que permeó muchas actividades artísticas de las mujeres novohispanas. Aunado a lo anterior, reparó en diversos aspectos que formaron parte del contexto de la mujer novohispana en relación con la lectura e hizo especial énfasis en que ésta no puede ser vista a la luz de la óptica moderna pues se hallaba inmersa y regida por parámetros y reglas específicas que le decían cómo vivir, cómo comportarse y, del mismo modo, qué sí y que no leer. Encaminándose hacia el final, explicó que es imposible hablar de la mujer novohispana lectora sin mencionar la constante dicotomía que regía sus vidas y que constantemente iba entre el ser y el parecer, es decir, entre lo que se ve y espera, y lo que en la práctica sucede. Por último, dijo que no es posible hablar de un solo perfil de lectora novohispana y que, por el contrario, estos aún se encuentran en construcción.